Un título puede decirlo todo, decir parte de lo que uno quiere expresar, la amplia totalidad del pensamiento que uno tiene, o bien, un título puede haberse puesto con premura, sin que uno sea consciente al ponerlo, de todo aquello que va a terminar expresando, es más, una vez escrito, puede que el autor haya entrado en un bucle interminable, en una infinitud de palabras, que conformando innumerables frases, lleguen a expresar más de lo que al poner cada una de las letras que lo conforman, él mismo, habría podido imaginar. Dicho de otra manera, un titulo puesto al inicio, ya de por si puede estar marcando el sentido del artículo, opinión, reflexión o lo que sea que se acabe escribiendo, y por tanto, estar condicionando lo que se va a relatar; pero y si lo ponemos al final ¿no estaríamos condicionando el nombre de lo escrito, a lo que nos haya terminado saliendo de los dedos?
Pues bien, yo soy de aquellos, que teniendo una parcial idea del tema sobre el que quiero escribir, pongo el titulo y luego dejo volar mi imaginación, como en los sueños en definitiva. Ahora bien, veamos que sale de esta cabeza una vez puesta la palabra que conducirá mis manos entre las teclas.
Sueño, pero ¿de qué sueños podría hablarte? Esto no es un artículo de opinión sobre que significan los sueños que uno tiene mientras duerme, aunque puedo explicarlo un poco, tampoco es una reflexión extensa y alocada de los deseos que solemos llamar sueños, aunque puedo decir alguna cosilla de esto también, y por supuesto, no escribiré nada acerca de lo que el sueño como efecto físico o esas siestas que se engloban en la frase "echarse un sueñecito", puedan significar. Lo que si haré, es empezar por partes, y ya veremos como acaba esto, así pues, empezaré la "Parte 1" de "El Sueño", poniendo nombre al siguiente apartado.
EL SUEÑO DORMIDOS
Mucha gente, seguro que varios de los lectores de ésta reflexión, alguna vez ha pensado ¿qué demonios puede significar un sueño concreto?, si por algún extraño motivo parapsicológico, ¿puede dar alguna pista sobre la lotería, el amor, trabajo, cosas familiares, sentimientos y un inmenso bla bla bla?, todo palabrería, contenido de libros, revistas y programas, que sólo buscan una cosa, tu dinero. Olvidaos de eso, los sueños que tenemos cuando dormimos pueden significar muchas cosas que la trastienda de nuestro cerebro nos quiere decir, pero no penséis que tenéis algún súper poder o capacidad sobre natural. Tampoco quiero convertir esto en un ataque gratuito a quien escribe sobre ello, les respeto, seguro que alguno hasta se basa en algo meditado, estudiado o analizado, pero debemos aplicar un poco el sentido común y la inteligencia, para no caer en la creencia absoluta sobre lo que una persona ha decidido escribir, porque entonces convertiríamos esas escrituras en algo que no necesita de nuestro raciocinio, por decirlo de otro modo, ¿no estaríamos convirtiendo al escritor en un "mesías", y a sus libros o artículos, en textos sagrados a los que venerar?
A lo largo de mi vida, he mantenido multitud de charlas acerca de esto, he escuchado pacientemente las locas teorías, algunas muy locas, en serio, de camisa de fuerza. Al final, todo se reduce a tres grandes campos de estudio sobre el sueño:
- Recuerdos, es quizás la más sencilla explicación a los sueños de cada noche, bueno miento no es sencilla, pero no voy a escribir ahora una tesis sobre la reminiscencia y sus laberintos neurológicos, que explicaría con un elaborado texto sobre filosofía y los secretos de nuestro inutilizado cerebro. Como me quiero centrar en la parte de los sueños, seré breve. La reminiscencia ligada a los sueños, nos permite abrir un espacio de nuestros recuerdos que estando despiertos no eramos capaces, recuerdos que eran un leve rastro de lo que verdaderamente almacenábamos en el archivo neuronal, y es por tanto estando dormidos, en una fase muy concreta del sueño, cuando accedemos a esas imágenes nítidas, esas voces límpidas, rostros exactos que creíamos olvidados, lugares que no conseguíamos encontrar ni en las fotos, detalles elaborados, minuciosos, sin un ápice de error en lo que fue y sucedió.
- Deseos, pero cuidado con esto, porque es una maravillosa teoría, una esplendida ocasión para sacar la capacidad de hacernos creer que en nuestros sueños, en los que tenemos dormidos, por supuesto, podremos tener la fortuna de vivir y experimentar todo aquello que en la vida real no podemos alcanzar, ¿verdad? Aquí si lo tengo claro, este punto es el que más ventas ha hecho cosechar a los escritores de teorías y explicaciones de los sueños con sus detalles, contenido, apariciones estelares... Pero no todo es basura en torno a esta idea, cierto es que no va a suceder como dicen; no por el hecho de que en tu sueño aparezca una persona, un objeto y un lugar, de repente se te van a agolpar los deseos cumplidos en la vida real, ni a la contra, no va a irte todo mal por las mismas apariciones, esto es simplemente absurdo.
Ahora bien, ¿quien no ha cumplido un deseo en el interior de sus sueños?, ahí si, ahí podemos encontrar el gran cáliz sagrado de quienes, de algún modo, veneran los sueños y sus capacidades. A todos los que solemos soñar, en alguna ocasión (algunos lo logramos cada semana), conseguimos cumplir deseos, como el beso de alguien, el viaje que nunca te podrás pagar, el reencuentro con una amiga, un familiar, incluso con personas que ya no están, ahí les tienes, ante ti, hablándote, con la misma voz que tenían en vida y que despierto no serías capaz de recordar...
- Temores, poco que añadir, es básicamente lo mismo que los deseos pero al revés, es decir, que cuando tenemos una pesadilla, la explicación lógica; para la que creo que no me equivoco al decirlo, NADIE necesitamos un experto; es que nos da miedo algo concreto, y esto lo trasladamos al sueño. La mayor parte de las veces dura poco, ya que siendo pequeños o ya de adultos, solemos interrumpir las pesadillas con un sobresaltado despertar.
Una vez expuestos los tres grandes terrenos de los tipos de sueño que podemos tener al dormir, concluiré que los sueños como parte de nuestro letargo diario, reposado y calmado, no son fáciles de alcanzar. Hay personas que duermen profundamente, quienes lo hacen sin reaccionar ni ante ruidos estruendosos, quienes incluso podrían levantarse a orinar, volver a la cama tras beber agua y ni tan siquiera recordarlo al día siguiente, o por el contrario, hay gente, somos pocos, pero existimos, que tenemos la capacidad de crear todo un mundo paralelo dentro de los sueños, continuar un sueño tras un breve despertar, o llegar aún más lejos, retomar un sueño a la noche siguiente.
Pues bien, en mi estudio, no muy científico aviso, pero si muy constante y continuado en mi ya no tan corta vida, puedo probar muchas cuestiones, matices y herramientas necesarias para que se produzca un sueño, en un modo de los tres expuestos como raíz de la idea en torno a la que el sueño girará...Pero esto ya no forma parte de esta primera entrega...
Si quieres más lectura relacionada sigue con El Sueño (Parte 2)
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