A lo largo de la historia, la sociedad en general ha ido transformando el sentido de palabras, que siendo utilizadas de un modo u otro, nos hacen generar una opinión, unas reacciones, unos prejuicios..., que ya de entrada serían incorrectos.
En esta ocasión me centraré en el uso interesado de la palabra "radical", de como a lo largo de la historia nos han ido conduciendo a que dicha palabra sea interpretada de una forma negativa, llena de connotaciones conducidas a manipular la opinión sobre determinados actos, reacciones, posiciones políticas...
Haré una exposición de como la palabra y su uso ha sido modificada según los intereses socio-temporales, políticos o simplemente periodísticos, siendo estos últimos, los principales artífices de la manipulación en masa.
EL ORIGEN DE LA IDEOLOGÍA:
Según el DRAE (Diccionario de la Real Academia de la lengua Española), el "radicalismo político", es un concepto que en ciencias políticas se define como: conjunto de ideas y doctrinas de quienes, en ciertos momentos de la vida social, pretenden reformar total o parcialmente el orden político, científico, moral y aun religioso.
Ahora, dejando a un lado la propia definición del término, que debería ser suficiente para abrir los ojos, entremos en el concepto y uso político. Pues bien, el inicio del radicalismo político parte de los movimientos liberales, liberalismo, liberalismo de izquierda (burgueses de izquierdas), siendo todos ellos desarrollados especialmente desde los siglos XVIII y XIX; posteriormente surgen otros conceptos, que hoy día no se nos ocurriría mezclar para no auto-destruirse del panorama político, como fueron los Demócratas Radicales, Republicanos Radicales, Liberalismo Radical... Si nos centramos en España y los orígenes de partidos y corrientes "radicales", en su día se definía sin connotaciones negativas, y se hacían reivindicaciones sociales de lo más normal como el Sufragio Universal, la pérdida de poder de la iglesia frente al estado, la existencia de una república parlamentaria...
Ya en el siglo XX, es cuando comienza a darse una connotación interesada al término, empezando a asociar la palabra "radical" con otras formas de definir corrientes políticas y que se engloban en "extrema izquierda" y "extrema derecha", conceptos que ya de por si nos empezaron a introducir en la incorrecta interpretación del radicalismo.
INTERESES SOCIO-POLÍTICOS:
Las corrientes de pensamiento, así como las ideologías políticas, están plenamente ligadas al concepto de la democracia, aún sin ser su punto de partida, puesto que ya pensábamos antes de la llegada de la misma, con ella, se impulsan definitivamente las corrientes y posicionamientos de individuos y sobre todo de grupos de personas o incluso poblaciones enteras.
Centrando el análisis en España, debemos comprender que desde el momento en que nacen los partidos políticos, sindicatos, movimientos sociales, movimientos obreros, asociaciones vecinales..., es precisamente desde que toda idea de control mental, vigilancia social o manipulación de opinión pública, toman una considerable importancia. Y es que en España, desde un principio no había problema en calificarse como "radical", argumentando con firmeza los objetivos, claros, concisos y concretos. Los ejemplos son muy numerosos, y entrar en detalle alargaría innecesariamente este artículo de opinión, por lo que simplemente los citaré.
Por un lado tenemos partidos políticos, que como decía, no tenían problema en incluir en sus siglas el termino "radical", como fueron a inicios del siglo XX, Partido Republicano Radical, Partido Republicano Radical Socialista o Partido Radical Demócrata entre otros; aunque otros partidos políticos que no incluían la palabra en sus siglas, ni tan siquiera en sus definiciones, han sido en momentos de su historia, catalogados como radicales, eso sí cuando no se entendía como algo negativo necesariamente, podría citar al PSOE con las influencias de sus aliados previos a la Guerra Civil, aunque tras varias escisiones quedaría en manos de los llamados "ala moderada", o también al PCE, que del mismo modo tenía claras aspiraciones de modificar desde la raíz, la forma de estado español, o si avanzásemos hasta la época más moderna, podríamos encontrar radicalismo en UPyD o Podemos, por distintas propuestas en el modelo de estado o en el caso del último, hasta en la forma de participación ciudadana. No se debe olvidar la existencia de partidos regionales, que también tenían planteamientos radicales en el sentido correcto de la palabra
Por otro lado, hay otras organizaciones en las que se usa la definición de radical para hablar de ellas, como pueden ser sindicatos de ideologías muy marcadas como las de tendencia anarquista, clerical o civil, y que en sus planteamientos y actitudes hacia el estado o la sociedad, puedan proponer cambios muy sustanciales.
Y sin duda, las asociaciones o colectivos existentes a todos los niveles, podríamos encontrar muchos ejemplos de los considerados radicales por la práctica, forma de trabajo o toma de decisiones, como por ejemplo colectivos de corte nacionalista, anarquista, obrero, vecinal...
Ahora bien, no podemos equivocarnos en lo que "radical" significa, ya que su definición es clara:
1- de la raíz o relativo a ella.
2- partidario de reformas extremas.
Es decir, que todo intento de calificar negativamente a un partido, colectivo, asociación, sindicato o individuo, como radical, es un claro gesto de manipulación, y cuando esto se hace desde un partido político rival, desde los estamentos y organismos del poder o incluso desde los medios de comunicación, es un descarado intento de manejar la opinión pública hacia los intereses socio-políticos que se tiene.
MANIPULACIÓN DE LOS MEDIOS:
Hablar de los medios de comunicación y sus prácticas, me podría dar para un artículo completo, quizás más adelante lo haga, pero en este caso, por no abandonar el hilo conductor de este redactado, voy a centrarme en los fines que se entiende que tienen los medios:
El propósito principal de los medios de comunicación es, precisamente, comunicar con objetividad, pero según su tipo de ideología pueden especializarse en: informar, educar, transmitir, entretener, formar opinión, enseñar, controlar, etc.
Ahí, justo en "según su tipo de ideología", es donde surge y se nutre la manipulación en todas sus formas, terreno en el que además da igual la tendencia, si se quiere manipular no importa el pensamiento que se tenga, al final se destruye el concepto básico de "comunicar con objetividad", para rendirse a la mentira maquillada o diseñada para convencer a masas, de lo que uno mismo piensa, entendiendo que "uno", puede ser el dueño de todo un grupo mediático, un periodista, columnista, tertuliano, y el largo etcétera de puestos que ahora ocupan los profesionales del engaño.
En lo referente al término que ocupa este texto, los medios de comunicación, son precisamente los altavoces de la mentira que rodea a la palabra radical, ¿o acaso no somos capaces de ver cómo se utiliza para desprestigiar a todo movimiento o persona que se salga del redil de la moderación que el poder ha constituido?, ¿no vemos que son los poderosos, es decir, el partido de turno, quienes conceden espacios mediáticos?, ¿que son los políticos quienes deciden que medios subvencionar?, ¿quienes deciden qué contenidos ha de haber en los medios públicos?, ¿que por tanto esos medios ya no tienen ninguna independencia?, ¿que dichos medios tienen muchas deudas con sus mecenas?, ¿que por tanto atacaran a todo lo que pueda hacer algo de daño a sus creadores?
Por resumir, ya que de lo medios y su manipulación hablaré en otro artículo, diré que la palabra "radical", así como los incorrectos usos de la misma, obedecen a intereses muy claros por parte del poder político, económico, policial...y por supuesto, mediático, para destrozar todo lo que no sea de su gusto, convenciendo, con sucias prácticas y esa etimología que se le ha dado al término, a toda la opinión pública de que ser radical o tener una tendencia o pensamiento radicales, es negativo o incluso atenta contra el estado de derecho.
LÓGICA RADICALIDAD:
Para finalizar este artículo de opinión, diré que no puedo erigirme como el definidor de lo que es radical y lo que no, de lo que es moderado y tachado de radical, de lo que es pasotismo e incluso de lo que es una radicalidad lógica de la sociedad, colectivos, movimientos, personas y partidos; por lo tanto, sólo lanzaré preguntas y que cada persona que me lea, decida si es radical o simplemente tiene conciencia.
¿Es ser radical...
...cuando queremos la sanidad sea pública, universal y gratuita?
...cuando queremos una educación pública y de calidad para nuestros hijos e hijas?
...cuando no queremos que nos echen de nuestras casas, o queremos una vivienda digna?
...cuando no queremos corruptos que roban como si no hubiera un mañana?
...cuando no toleramos el machismo retrogrado y asesino?
...cuando exigimos que la iglesia se pague sus vicios?
...cuando queremos igualdad entre géneros, culturas, personas en definitiva?
...cuando queremos elegir votando o no votar por elección?
...cuando despreciamos las prácticas mafiosas y amedrentadoras de distintos estamentos públicos, políticos, sociales, de cuerpos de seguridad...?
...cuando defendemos a los animales?
...cuando creemos en un mundo más verde, consciente de que el planeta y sus recursos no son infinitos?
...cuando nos manifestamos contra las injusticias sociales?
...cuando nos rebelamos ante un jefe déspota, una ley injusta, un abuso policial, una manipulación mediática...?
...cuando desobedecemos las leyes que atentan contra las personas y los derechos humanos?...
En definitiva, por no seguir poniendo millones de preguntas, diré que ser radical, cuando lo que se desea modificar desde la raíz, no es nada negativo, al menos en principio, no debemos dejar que nos hagan trampas con el lenguaje, seamos conscientes de lo que las palabras significan antes de dejar que nos lo digan y creérnoslo, tratemos de enterarnos de las definiciones, no sólo de radical, también de aquellas palabras que suelen acompañar a ésta, como "...antisistema", "...de extrema izquierda o derecha", "...animalistas", "...anticlericales", ... Y por supuesto, si me tachan de radical por querer provocar cambios en esas cuestiones y en muchas otras, pues si, YO SOY RADICAL.
Por un lado tenemos partidos políticos, que como decía, no tenían problema en incluir en sus siglas el termino "radical", como fueron a inicios del siglo XX, Partido Republicano Radical, Partido Republicano Radical Socialista o Partido Radical Demócrata entre otros; aunque otros partidos políticos que no incluían la palabra en sus siglas, ni tan siquiera en sus definiciones, han sido en momentos de su historia, catalogados como radicales, eso sí cuando no se entendía como algo negativo necesariamente, podría citar al PSOE con las influencias de sus aliados previos a la Guerra Civil, aunque tras varias escisiones quedaría en manos de los llamados "ala moderada", o también al PCE, que del mismo modo tenía claras aspiraciones de modificar desde la raíz, la forma de estado español, o si avanzásemos hasta la época más moderna, podríamos encontrar radicalismo en UPyD o Podemos, por distintas propuestas en el modelo de estado o en el caso del último, hasta en la forma de participación ciudadana. No se debe olvidar la existencia de partidos regionales, que también tenían planteamientos radicales en el sentido correcto de la palabra
Por otro lado, hay otras organizaciones en las que se usa la definición de radical para hablar de ellas, como pueden ser sindicatos de ideologías muy marcadas como las de tendencia anarquista, clerical o civil, y que en sus planteamientos y actitudes hacia el estado o la sociedad, puedan proponer cambios muy sustanciales.
Y sin duda, las asociaciones o colectivos existentes a todos los niveles, podríamos encontrar muchos ejemplos de los considerados radicales por la práctica, forma de trabajo o toma de decisiones, como por ejemplo colectivos de corte nacionalista, anarquista, obrero, vecinal...
Ahora bien, no podemos equivocarnos en lo que "radical" significa, ya que su definición es clara:
1- de la raíz o relativo a ella.
2- partidario de reformas extremas.
Es decir, que todo intento de calificar negativamente a un partido, colectivo, asociación, sindicato o individuo, como radical, es un claro gesto de manipulación, y cuando esto se hace desde un partido político rival, desde los estamentos y organismos del poder o incluso desde los medios de comunicación, es un descarado intento de manejar la opinión pública hacia los intereses socio-políticos que se tiene.
MANIPULACIÓN DE LOS MEDIOS:
Hablar de los medios de comunicación y sus prácticas, me podría dar para un artículo completo, quizás más adelante lo haga, pero en este caso, por no abandonar el hilo conductor de este redactado, voy a centrarme en los fines que se entiende que tienen los medios:
El propósito principal de los medios de comunicación es, precisamente, comunicar con objetividad, pero según su tipo de ideología pueden especializarse en: informar, educar, transmitir, entretener, formar opinión, enseñar, controlar, etc.
Ahí, justo en "según su tipo de ideología", es donde surge y se nutre la manipulación en todas sus formas, terreno en el que además da igual la tendencia, si se quiere manipular no importa el pensamiento que se tenga, al final se destruye el concepto básico de "comunicar con objetividad", para rendirse a la mentira maquillada o diseñada para convencer a masas, de lo que uno mismo piensa, entendiendo que "uno", puede ser el dueño de todo un grupo mediático, un periodista, columnista, tertuliano, y el largo etcétera de puestos que ahora ocupan los profesionales del engaño.
En lo referente al término que ocupa este texto, los medios de comunicación, son precisamente los altavoces de la mentira que rodea a la palabra radical, ¿o acaso no somos capaces de ver cómo se utiliza para desprestigiar a todo movimiento o persona que se salga del redil de la moderación que el poder ha constituido?, ¿no vemos que son los poderosos, es decir, el partido de turno, quienes conceden espacios mediáticos?, ¿que son los políticos quienes deciden que medios subvencionar?, ¿quienes deciden qué contenidos ha de haber en los medios públicos?, ¿que por tanto esos medios ya no tienen ninguna independencia?, ¿que dichos medios tienen muchas deudas con sus mecenas?, ¿que por tanto atacaran a todo lo que pueda hacer algo de daño a sus creadores?
Por resumir, ya que de lo medios y su manipulación hablaré en otro artículo, diré que la palabra "radical", así como los incorrectos usos de la misma, obedecen a intereses muy claros por parte del poder político, económico, policial...y por supuesto, mediático, para destrozar todo lo que no sea de su gusto, convenciendo, con sucias prácticas y esa etimología que se le ha dado al término, a toda la opinión pública de que ser radical o tener una tendencia o pensamiento radicales, es negativo o incluso atenta contra el estado de derecho.
LÓGICA RADICALIDAD:
Para finalizar este artículo de opinión, diré que no puedo erigirme como el definidor de lo que es radical y lo que no, de lo que es moderado y tachado de radical, de lo que es pasotismo e incluso de lo que es una radicalidad lógica de la sociedad, colectivos, movimientos, personas y partidos; por lo tanto, sólo lanzaré preguntas y que cada persona que me lea, decida si es radical o simplemente tiene conciencia.
¿Es ser radical...
...cuando queremos la sanidad sea pública, universal y gratuita?
...cuando queremos una educación pública y de calidad para nuestros hijos e hijas?
...cuando no queremos que nos echen de nuestras casas, o queremos una vivienda digna?
...cuando no queremos corruptos que roban como si no hubiera un mañana?
...cuando no toleramos el machismo retrogrado y asesino?
...cuando exigimos que la iglesia se pague sus vicios?
...cuando queremos igualdad entre géneros, culturas, personas en definitiva?
...cuando queremos elegir votando o no votar por elección?
...cuando despreciamos las prácticas mafiosas y amedrentadoras de distintos estamentos públicos, políticos, sociales, de cuerpos de seguridad...?
...cuando defendemos a los animales?
...cuando creemos en un mundo más verde, consciente de que el planeta y sus recursos no son infinitos?
...cuando nos manifestamos contra las injusticias sociales?
...cuando nos rebelamos ante un jefe déspota, una ley injusta, un abuso policial, una manipulación mediática...?
...cuando desobedecemos las leyes que atentan contra las personas y los derechos humanos?...
En definitiva, por no seguir poniendo millones de preguntas, diré que ser radical, cuando lo que se desea modificar desde la raíz, no es nada negativo, al menos en principio, no debemos dejar que nos hagan trampas con el lenguaje, seamos conscientes de lo que las palabras significan antes de dejar que nos lo digan y creérnoslo, tratemos de enterarnos de las definiciones, no sólo de radical, también de aquellas palabras que suelen acompañar a ésta, como "...antisistema", "...de extrema izquierda o derecha", "...animalistas", "...anticlericales", ... Y por supuesto, si me tachan de radical por querer provocar cambios en esas cuestiones y en muchas otras, pues si, YO SOY RADICAL.
Vaya, me temo que también soy radical.
ResponderEliminarHemos llegado a pervertir tanto el lenguaje que incluso algunas palabras nos dan miedo. Creo que debemos reivindicar el uso del lenguaje sin miedos y huyendo de las perversiones de los intereses tras los medios y la casta de "extremo centro" (los verdader@s "radicales anti-ciudadanía").
Muy interesante, enhorabuena por el post!
Gracias Adri, espero seguir haciendo buenos textos jejeje, salud
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